Los militantes islamistas operan en todo el desierto del Sahara.
Tras la toma y muerte de rehenes
extranjeros en la planta de gas de In Amenas, Argelia, muchos en
Occidente se preguntan si los extremistas islámicos que operan en el
norte de África se están convirtiendo en una amenaza cada vez más grave.
Según el primer ministro británico, David
Cameron, "lo que estamos enfrentando es un grupo terrorista, extremista e
islamista vinculado a al Qaeda".
Y agregó que el mundo necesita enfrentar esta "gran amenaza existencial" en el vasto desierto del Sahara.
Raffaello Pantucci, investigador del
Royal United Services Institute, un
think tank de defensa y seguridad basado en el Reino Unido, analiza para la BBC cuán seria es esta amenaza.
El grupo responsable por el incidente en In
Amenas, en Argelia, parece haber estado dirigido por Mojtar Belmojtar,
un criminal yihadista local que ha sido un dirigente del grupo Al Qaeda
en el Magreb Islámico (AQIM).
Belmojtar dejó el movimiento, o se le pidió que
lo dejara, a fines del año pasado. Tratando de expandirse fundó una
facción independiente llamada "Firmantes del Batallón de Sangre", que al
parecer operaba fuera del territorio controlado por el Movimiento para
la Unidad y la Yihad en el Occidente de África (MUJAO), en el norte de
Mali.
El grupo de Belmojtar asegura que el asalto en
Argelia fue llevado a cabo para vengar la decisión de Francia de atacar
el norte de Mali.
Sin embargo, a la vista de informes que apuntan a
que la organización tenía agentes dentro de las instalaciones, parece
probable que el complot estuviera siendo planeado para el futuro pero
que se decidiera adelantarlo en respuesta a la incursión de Francia.
Trayectoria de secuestros
De hecho, fue uno de los allegados más cercanos
de Belmojtar, Omar Ould Hamaha, un dirigente de MUJAI, quien declaró que
Francia había "abierto las puertas del infierno" y "caído en una trampa
mucho más peligrosa que Irak, Afganistán o Somalia", por haber decidido
intervenir en Mali.
No sorprendería que la facción de Belmojtar tuviera intenciones de atacar objetivos de Occidente.
El sujeto tiene una larga trayectoria en el
secuestro de extranjeros y AQIM, al que pertenció hasta el año pasado,
tiene una larga y sangrienta historia.
Inicialmente se formó con el nombre de Grupo
Islámico Armado (GIA) tras la anulación militar de las elecciones en
Argelia, que se pensaba iba a ganar el Frente Islámico de Salvación
(FIS), a principios de los 1990.
Posteriormente se convirtió en el Grupo
Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) y eventualmente, en
2007, adoptó el manto de al Qaeda para convertirse en AQIM.
El sirio estadounidense Omar Hammami (d) se unió a al Shabab de Somalia en 2011.
El GIA, en particular, ha estado vinculado a los
ataques en el metro de París a mediados de los 1990; el GSPC a complots
en Europa y América del Norte antes de los ataques en Nueva York el 11
de septiembre de 2011; e históricamente, otros grupos en el norte de
África han mostrado un singular antagonismo hacia la expotencia colonial
regional, Francia.
Lo que preocupa sobre los eventos en África, sin
embargo, es que en varios países pueden encontrarse grupos violentos
que fomentan una similar retórica extrema.
Tan sólo en Mali, junto con AQIM, MUJAE y los
Firmantes del Batallón de Sangre, está Ansar Dine, otra facción de AQIM
que desde el año pasado tomó extensas áreas del norte del país y ha
estado imponiendo su versión de la ley islámica.
En Nigeria, el grupo islamista Boko Haram ha
estado conduciendo una campaña de terrorismo desestabilizadora y
sangrienta en una lucha que está arraigada en tensiones sociales y
económicas locales.
"Visto
desde Europa occidental, emerge un panorama peligroso, que
potencialmente podría extenderse hasta la propia casa gracias a las
redes para recaudar fondos y a los reclutas. Pero existe el riesgo de
exagerar la amenaza y enfocarse en el todo y no en las partes
individuales."
La semana pasada surgieron informes de que un
líder del grupo pudo haber llegado hasta el norte de Mali y comandantes
del ejército estadounidense han hablado durante mucho tiempo sobre la
conexión entre AQIM y Boko Haram.
Algo que demuestra también el potencial vínculo
con Nigeria es que, en julio del año pasado, un par de individuos
acusados en un tribunal de Abuja de estar relacionados con un grupo
afiliado a al Qaeda en Yemen, el Al Qaeda en la Península Arábiga
(AQAP).
Y cruzando desde Yemen por el Golfo de Adén,
está Somalia, un país que ha sido hogar de al Shahab, un grupo yihadista
que el año pasado se alineó oficialmente con al Qaeda.
También ha habido informes de que militantes de
Boko Haram está entrenando con combatientes de al Shahab y con un grupo
somalí que se sabe tiene lazos estrechos con AQAP.
Pero particularmente preocupante para la agenda
de seguridad de Occidente es que muchos de estos grupos han atraído un
número desconocido de militantes extranjeros.
En al Shahab, ciertos individuos, como Omar
Hammami -el sirio estadounidense que ascendió en el movimiento antes de
caer en desgracia- se han convertido en celebridades.
Se sabe que las redes de AQIM se extienden hasta Francia, España, Italia e incluso el Reino Unido.
Es probable que la mayor amenaza sea para los intereses de Occidente en África.
Omar Ould Hamaha de MUJAO asegura que a fines de
2000 pasó unos 40 días en Francia con una visa Schengen (que permite la
libre circulación por los países miembros de la Unión Europea). Y ha
habido numerosos informes sobre occidentales que han sido detectados o
arrestados tratando de unirse a los yihadistas en el norte de Mali.
Y ahora en In Amenas parece que un ciudadano canadiense era uno de los atacantes.
¿Amenaza exagerada?
Visto desde Europa occidental, surge un panorama
peligroso, que potencialmente podría extenderse hasta el propio Viejo
Continente gracias a las redes para recaudar fondos y a reclutar
militantes.
Pero existe el riesgo de exagerar la amenaza y enfocarse en el todo y no en las partes individuales.
Aunque a menudo pueden trazarse vínculos entre
estos grupos -y quizás podría describírseles ideológicamente como
"compañeros viajantes"- no es un hecho que operan al unísono o que
tienen objetivos similares.
Y si se mira históricamente, ha pasado mucho
tiempo desde que células vinculadas a AQIM ha sido capaces de conducir o
planear un incidente terrorista importante en Europa.
Aunque en años recientes varios complots han
sido relacionados a al Shahab, hasta ahora hay poca evidencia de que el
grupo realmente haya ordenado a su gente a atacar Occidente.
La mayor amenaza es para los intereses de
Occidente en África: los sitios como In Amenas que ahora será revaluados
como objetivos potenciales de los grupos que buscan la atención
internacional, o vengar las operaciones militares de Francia en Mali o
los esfuerzos de Occidente para hacer frente a movimientos en otras
partes del mundo.
COPY http://www.bbc.co.uk/news/
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