Los gazatíes esperan que el traspaso de poder les mejore la vida
AFP / Mohamed AbedNiños palestinos en una playa de Gaza al atardecer
Los palestinos esperan que el traspaso de poder de Hamas a la Autoridad Palestina en la Franja de Gaza les traiga más electricidad, más libertad de movimiento y más trabajo.
Dos millones de palestinos se hacinan en un territorio exiguo que, según la ONU, amenaza con ser inhabitable para 2020, si no lo es ya.
Los gazatíes sufrieron tres guerras con Israel desde 2008. El bloqueo impuesto por Israel desde hace diez años para, según él, contener a Hamas, ha asfixiado a la economía.
Más del 40% de la población activa está desempleada (56% de los jóvenes según el Banco Mundial). El índice de pobreza ronda el 40% y dos tercios de los habitantes dependen de la ayuda extranjera. La frontera con Egipto lleva cerrada desde hace años casi sin interrupción.
Esto es lo que dicen algunos palestinos del traspaso de competencias previsto antes del viernes en nombre de la reconciliación entre grupos rivales palestinos.
Un estudiante
Yahya al Majayda, de 18 años, postuló ante una universidad de Ucrania para estudiar medicina. Lo aceptaron, consiguió un visado pero no puede salir del territorio.
"Mi visado es válido desde hace dos meses, pero no me pude ir a causa del cierre de las fronteras".
"Expira en enero. Si no llego antes, no lo renovarán y perderé los 2.000 dólares que ya me gasté".
"Todo mi futuro depende de la apertura de las fronteras y del traspaso de poder".
"Tengo mucho miedo de que la reconciliación fracase, mi futuro se arruinará completamente".
Una madre
Maysaa al Shanti, de 45 años, madre de seis hijos, no vio a sus padres (residentes desde hace décadas en Arabia Saudita) desde que Hamas tomó el control de Gaza en 2007.
"Sueño con que la reconciliación tenga éxito y que abran las fronteras, con poder ir a ver a mi familia a Arabia Saudí".
"No los he visto desde hace 11 años. Mi padre murió sin que pudiera verlo antes".
"Si la reconciliación no funciona no sé cuándo veré a mi madre y a mis hermanos y hermanas".
Los funcionarios
En Gaza coexisten dos administraciones. Cuando Hamas tomó el poder en 2007 estableció sus propios servicios públicos. La mayoría de los funcionarios empleados por la Autoridad Palestina recibieron la orden de no ir a trabajar. Decenas de miles de personas siguieron cobrando su salario sin ir a trabajar.
Leila Saqar es una de ellas. Confía en recuperar su puesto en el ministerio de Salud. "Quedarse en casa sin trabajar deja rastros, psicológica y profesionalmente". "Me da igual si mis colegas o los pacientes que trate son de Hamas o de Fatah. Todos somos palestinos".
Mahmud al Faraa, encargado de relaciones públicas del ministerio de Información de Hamas, se juega el puesto. El tema de la integración de los funcionarios de Hamas en los servicios de la Autoridad Palestina se abordará al comienzo de 2018. Mahmud al Faraa apoya, no obstante, el traspaso de poder y a largo plazo espera beneficiarse, porque los empleados de Hamas cobran menos que los de la Autoridad Palestina.
"Espero que la reconciliación se produzca, podré cobrar un salario completo de la Autoridad".
Un diplomado
Wael al Haj, de 32 años, se diplomó en 2008 y desde entonces estuvo casi siempre desempleado.
"Lo único que queremos es que con la reconciliación la situación económica y las condiciones de vida mejoren y que genere empleo. Lo único que quiero es ofrecer a mi familia una vida estable y digna".
"La división (política) causó una inmensa tragedia en la franja de Gaza".
El estudiante
Hamada Ahmed, de 12 años, alumno de una escuela de la ONU, no sabe muy bien lo que significa la reconciliación pero confía en poder salir de la franja de Gaza por primera vez en su vida.
"Mi papá dice que, si abren las fronteras, todo el mundo podrá viajar. Espero poder subirme a un avión y comer en McDonald's".
copy https://www.afp.com/en/news
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