11/12/2013 - 22:32
Montreal (AFP)
Autoridades de salud de la ciudad canadiense de Montreal pidieron
este miércoles una exención legal para que se permita a los adictos
inyectarse drogas de manera legal y bajo supervisión en locales
especiales.
La iniciativa crearía tres locales en el centro de Montreal y una unidad móvil que preste servicios en zonas más alejadas de la ciudad, explicó a la AFP el jefe de salud de la ciudad, Richard Masse.
Operar estos cuatro centros costaría unos 2,7 millones de dólares canadienses (2,5 millones de dólares estadounidenses) al año.
Si la agencia de salud recibe del gobierno de Canadá la exención frente a la ley de drogas y sustancias controladas del país, los centros podrían abrir en la primavera boreal de 2014.
"Esperamos que el gobierno canadiense nos otorgue la exención legal lo más pronto posible", dijo Masse.
Dos centros similares existen en Vancouver (oeste). En 2011, la Corte
Suprema desestimó un pedido del Ministerio de Salud para cerrarlos,
avalando la exención de esos locales.
Los centros, conocidos en Canadá como "sitios de inyección supervisada", permiten a los usuarios inyectarse drogas en un ambiente higiénico con personal médico a la mano, sin que puedan ser arrestados por la policía.
Unos 100 centros similares existen hoy en día en el mundo, principalmente en Dinamarca, Alemania, Luxemburgo, Holanda, Noruega y España.
La iniciativa crearía tres locales en el centro de Montreal y una unidad móvil que preste servicios en zonas más alejadas de la ciudad, explicó a la AFP el jefe de salud de la ciudad, Richard Masse.
Operar estos cuatro centros costaría unos 2,7 millones de dólares canadienses (2,5 millones de dólares estadounidenses) al año.
Si la agencia de salud recibe del gobierno de Canadá la exención frente a la ley de drogas y sustancias controladas del país, los centros podrían abrir en la primavera boreal de 2014.
"Esperamos que el gobierno canadiense nos otorgue la exención legal lo más pronto posible", dijo Masse.
Phil
Denbak, un antiguo usuario de heroína, parado en la avenida East
Hastings Street, el 9 de Febrero de 2005 en Vancouver, Canadá, a la
espera de calificar para un proyecto de tratamiento a 500 adictos a la
droga.
Los centros, conocidos en Canadá como "sitios de inyección supervisada", permiten a los usuarios inyectarse drogas en un ambiente higiénico con personal médico a la mano, sin que puedan ser arrestados por la policía.
Unos 100 centros similares existen hoy en día en el mundo, principalmente en Dinamarca, Alemania, Luxemburgo, Holanda, Noruega y España.
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