Cristina rechazó la acusación de Nisman y habló de un asesinato
La muerte del fiscal. Discurso por cadena nacional desde Olivos.Fue
en su primer mensaje oficial sobre el hecho. No dio condolencias a la
familia del fiscal. Calificó de “absurdos” los argumentos para
denunciarla por encubrir a Irán en el caso AMIA.
A ocho días del hecho que conmocionó al país,
por cadena nacional, Cristina Kirchner habló por primera vez sobre la
muerte del fiscal
Alberto Nisman
y volvió a considerarla un asesinato, como había hecho por las redes
sociales. Lo comparó con el crimen del militante del Partido Obrero,
Mariano Ferreyra, y le pidió a la Justicia “investigar en serio” para
esclarecer el caso y encontrar a los culpables.
Fue en un mensaje grabado en Olivos, vestida de blanco y en silla de ruedas, en el que defendió el
memorándum de entendimiento con Irán por la causa AMIA,
descalificó la acusación de Nisman contra ella, el canciller Héctor
Timerman y otros dirigentes kirchneristas por presunto encubrimiento a
los iraníes acusados de planificar el atentado a la mutual judía y
anunció un proyecto de ley para disolver la Secretaría de Inteligencia y
crear una nueva agencia, que enviará al Congreso para ser tratado en
sesiones extraordinarias en febrero.
“En este caso tiene un gran desafío, como lo tuvo cuando se produjo el asesinato de Mariano Ferreyra: demostrar que es posible
encontrar a quien mató a alguien,
que es posible enjuiciarlo con los jueces de la Constitución,
condenarlo de acuerdo con lo que prescribe nuestro Código Penal y
reconstruir la confianza de todos los argentinos en su Poder Judicial”,
aseguró la Presidenta, luego de negar que en su primera carta de las dos
que publicó en Facebook hubiera dado por descontada la hipótesis del
suicidio, al argumentar que lo había escrito entre signos de
interrogación. En su segundo mensaje por las redes sociales lo descartó
de manera tajante: “El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio”.
La fiscal Viviana Fein, que lleva la investigación de la muerte de Nisman, caratuló el caso como “muerte dudosa”
y no descarta ninguna hipótesis, incluida la del suicidio. En un tramo
de su discurso la Presidenta le apuntó a Diego Lagomarsino, empleado de
la Fiscalía del caso AMIA, a quien la fiscal imputó ayer por haberle
entregado a Nisman el arma encontrada junto a su cadáver (ver pág. 7).
Cristina lo calificó como “opositor” por sus expresiones en Twitter.
“¿Me están tomando el pelo o estás hablando en serio?”, relató
que le dijo a la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, cuando en la
madrugada del lunes la informaba sobre “un incidente en el departamento
del fiscal, con un
charco de sangre” en el baño. “A esa hora se enteró la Presidenta de este desgraciado suceso”, dijo,
sin expresar condolencias a la familia del fiscal.
También
volvió a descalificar la denuncia presentada por Nisman cuatro días
antes de su muerte: la consideró “absurda” e insistió en su hipótesis de
que no había sido escrita por él, como había sugerido en Facebook: “No
hay un solo abogado que pueda creer que haya sido escrito por un abogado
y menos por un fiscal”, ratificó, y atribuyó a sectores de los
servicios de Inteligencia el regreso de Nisman al país y la presentación
de la acusación “en el marco de la conmoción por los
sucesos de París”.
En
los primeros minutos de la cadena, que duró casi una hora, negó que
Néstor Kirchner hubiera tomado la decisión de que Nisman quedara al
frente de la unidad especial de investigación del atentado a la AMIA: “
Fue designado por la Procuración, a cargo de Esteban Righi.
De ninguna manera dependió del Poder Ejecutivo”. También hizo un repaso
de la causa desde su inicio, de su actuación como integrante de la
comisión especial como legisladora y se refirió al impulso de los
juicios por delitos de lesa humanidad para asegurar que “el compromiso
de nuestro Gobierno fue combatir la impunidad”.
Luego de defender el acuerdo con Irán, al que calificó como un
“salto cualitativo muy importante”
para tomarles declaración a los acusados y que “la causa saliera de la
parálisis”, apuntó a la ex SIDE por reaccionar contra el memorándum con
un “bombardeo” en el que incluyó las causas judiciales que la
involucran: “Una serie de denuncias de lo más insólitas contra esta
Presidenta comienzan a sucederse con un ritmo de vértigo con la
complicidad de un grupo de fiscales, jueces, periodistas. Se empezó a
hacer desde algunas oficinas del propio Estado nacional”. Y que la
situación se agravó a partir de su decisión de desplazar a agentes de la
SI en diciembre, entre ellos a Antonio “Jaime” Stuiso, aunque ayer no
le apuntó directamente.
Fue el paso previo
al anuncio del proyecto para reformar el sistema de Inteligencia
“que evidentemente no ha servido para los intereses nacionales”. Los
bloques oficialistas en el Congreso buscarán sancionarlo el mes próximo,
luego de 11 años de gobiernos kirchneristas y a poco más de 10 meses de
que Cristina entregue el poder. La Presidenta adelantó que el texto
llegará al Parlamento esta semana, junto con el llamado a sesiones
extraordinarias, antes de viajar a China.
Sobre el final se mostró
desafiante –durante la mayor parte mantuvo un tono firme aunque sin
sobresaltos- en su disputa con un sector del Poder Judicial. “A mí no me
van a extorsionar, yo no les tengo miedo. Que hagan las denuncias que
quieran”, dijo.
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