El avance de la causa.
La fiscal Fein contradijo a Cristina: no sospecha de Lagomarsino por la muerte
Dijo que el técnico informático sólo está imputado por haberle entregado el arma a Nisman, un delito menor. También aseguró que el regreso al país del fiscal no fue imprevisto, pues había sacado el pasaje en diciembre. La Presidenta había echado dudas sobre ambos temas.La fiscal Fein contradijo a Cristina: no sospecha de Lagomarsino por la muerte
El avance de la causa.Dijo que el técnico informático sólo está imputado por haberle entregado el arma a Nisman, un delito menor. También aseguró que el regreso al país del fiscal no fue imprevisto, pues había sacado el pasaje en diciembre. La Presidenta había echado dudas sobre ambos temas.
La fiscal Viviana Fein, que investiga la
muerte del fiscal Norberto Nisman, se desmarcó ayer de la postura
oficial sobre Diego Lagomarsino, a quien la presidenta Cristina Kirchner
y gran parte del Gobierno decidieron apuntar como el principal
sospechoso. Fein remarcó que todavía no hay pruebas para acusarlo del
crimen, aunque ya está imputado por haberle entregado las pistola
calibre 22 a Nisman. A la misma hora, Lagomarsino daba sus explicaciones
en el estudio de su abogado, Maximiliano Rusconi.
La fiscal también contradijo a la Presidenta sobre las circunstancias en la cuales Nisman regresó al país, el 12 de enero. Según informó la empresa Iberia, el fiscal del caso AMIA había sacado dos pasajes en diciembre para ese día. Así, su vuelta no habría sido intempestiva, como lo planteó Cristina en el discurso del lunes. Un mensaje que Nisman habría enviado a su círculo íntimo a través de Whatsapp diciendo eso suma confusión.
Lo concreto es que al día de hoy no hay ningún sospechoso, ni pruebas concretas que puedan avalar la teoría de un homicidio o de un suicidio (voluntario o inducido). Según la declaración pública que hizo ayer la fiscal Fein, Lagomarsino no es sospechoso. Tampoco hay pruebas para acusar a los policías que realizaban la custodia, más allá de las contradicciones que generaron su pase a disponibilidad. Mucho menos para dudar del vecino de Nisman, o de las personas que trabajaron para reparar el aire acondicionado.
“No hay elemento alguno por el momento que lo pueda comprometer en un hecho doloso de mayor gravedad”, remarcó ayer Fein sobre la situación de Lagomarsino. Y agregó: “Está imputado por algo concreto y nada más, nada más”, repitió con énfasis. El joven experto en sistemas que trabajaba en la fiscalía de la AMIA ya fue imputado por haberle entregado el arma a Nisman. Ese delito está previsto en el artículo 189 bis del Código Penal, que prevé una pena de hasta seis años. Ante la Justicia, Lagomarsino dijo que estuvo con Nisman dos veces el sábado 17 y que le entregó su arma. Ayer ratificó esa versión ante todos los medios.
Fein no tiene elementos hasta ahora para imputar a Lagormasino por la muerte de Nisman. Y mucho menos para llamarlo a indagatoria. Una de las pocas certezas en la causa es que el disparo que mató a Nisman se produjo “a no más de un centímetro” de distancia. “Eso es categórico”, dijo la fiscal.
Otro dato que consta en el expediente es que Nisman había sacado dos pasajes el 31 de diciembre, antes de viajar a Europa, para el 12 de enero. Ese día, Nisman fue al aeropuerto de Barajas junto a una de sus hijas. Tras una discusión con su ex mujer, la juez Sandra Arroyo Salgado, decidió viajar solo. La menor estuvo en el salón VIP de Iberia y fue retirada por su mamá horas después.
En medio de las presiones, la causa sigue avanzando. Ayer declararon entre ocho y nueve testigos. Y se multiplicaron las medidas de prueba. “Estamos haciendo un relevamiento de todas las instalaciones para determinar si por escaleras o accesos se puede llegar a las cocheras, y si una persona se puede ocultar y evadir el control de egresos”, explicó Fein.
La pericia sobre las cámaras de seguridad es clave porque hay graves “irregularidades” en las planillas de ingresos y egresos de las Torres Le Parc.
Según esos registros, Lagomarsino ingresó alrededor de las 15 horas, y volvió cerca de las 20, pero se habría retirado el lunes 19 a las 0:54 de la madrugada, cuando el cuerpo de Nisman ya se había encontrado. “La Policía Federal está desgrabando las imágenes, pero lleva muchos días”, dijo la fiscal.
El auto de Nisman, del cual hay sospechas sobre sus verdaderos propietarios, sigue estacionado en Le Parc, porque la fiscal quiere analizar el contenido del GPS.
La investigación trata ahora de reconstruir las últimas horas con vida de Nisman. Por el momento, hay más dudas que certezas.
La fiscal también contradijo a la Presidenta sobre las circunstancias en la cuales Nisman regresó al país, el 12 de enero. Según informó la empresa Iberia, el fiscal del caso AMIA había sacado dos pasajes en diciembre para ese día. Así, su vuelta no habría sido intempestiva, como lo planteó Cristina en el discurso del lunes. Un mensaje que Nisman habría enviado a su círculo íntimo a través de Whatsapp diciendo eso suma confusión.
Lo concreto es que al día de hoy no hay ningún sospechoso, ni pruebas concretas que puedan avalar la teoría de un homicidio o de un suicidio (voluntario o inducido). Según la declaración pública que hizo ayer la fiscal Fein, Lagomarsino no es sospechoso. Tampoco hay pruebas para acusar a los policías que realizaban la custodia, más allá de las contradicciones que generaron su pase a disponibilidad. Mucho menos para dudar del vecino de Nisman, o de las personas que trabajaron para reparar el aire acondicionado.
“No hay elemento alguno por el momento que lo pueda comprometer en un hecho doloso de mayor gravedad”, remarcó ayer Fein sobre la situación de Lagomarsino. Y agregó: “Está imputado por algo concreto y nada más, nada más”, repitió con énfasis. El joven experto en sistemas que trabajaba en la fiscalía de la AMIA ya fue imputado por haberle entregado el arma a Nisman. Ese delito está previsto en el artículo 189 bis del Código Penal, que prevé una pena de hasta seis años. Ante la Justicia, Lagomarsino dijo que estuvo con Nisman dos veces el sábado 17 y que le entregó su arma. Ayer ratificó esa versión ante todos los medios.
Fein no tiene elementos hasta ahora para imputar a Lagormasino por la muerte de Nisman. Y mucho menos para llamarlo a indagatoria. Una de las pocas certezas en la causa es que el disparo que mató a Nisman se produjo “a no más de un centímetro” de distancia. “Eso es categórico”, dijo la fiscal.
Otro dato que consta en el expediente es que Nisman había sacado dos pasajes el 31 de diciembre, antes de viajar a Europa, para el 12 de enero. Ese día, Nisman fue al aeropuerto de Barajas junto a una de sus hijas. Tras una discusión con su ex mujer, la juez Sandra Arroyo Salgado, decidió viajar solo. La menor estuvo en el salón VIP de Iberia y fue retirada por su mamá horas después.
En medio de las presiones, la causa sigue avanzando. Ayer declararon entre ocho y nueve testigos. Y se multiplicaron las medidas de prueba. “Estamos haciendo un relevamiento de todas las instalaciones para determinar si por escaleras o accesos se puede llegar a las cocheras, y si una persona se puede ocultar y evadir el control de egresos”, explicó Fein.
La pericia sobre las cámaras de seguridad es clave porque hay graves “irregularidades” en las planillas de ingresos y egresos de las Torres Le Parc.
Según esos registros, Lagomarsino ingresó alrededor de las 15 horas, y volvió cerca de las 20, pero se habría retirado el lunes 19 a las 0:54 de la madrugada, cuando el cuerpo de Nisman ya se había encontrado. “La Policía Federal está desgrabando las imágenes, pero lleva muchos días”, dijo la fiscal.
El auto de Nisman, del cual hay sospechas sobre sus verdaderos propietarios, sigue estacionado en Le Parc, porque la fiscal quiere analizar el contenido del GPS.
La investigación trata ahora de reconstruir las últimas horas con vida de Nisman. Por el momento, hay más dudas que certezas.
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Ya despiden a Nisman en el cementerio La Tablada
El cuerpo del fiscal que investigó la causa de la AMIA será despedido en una ceremonia íntima. Mucha gente común se acercó hoy a la casa velatoria para despedirlo.
Entre aplausos y gritos de "Nisman, presente", "Argentina, Argentina" y "Justicia" de las decenas de personas que se acercaron a la casa velatoria para despedirlo, el auto con los restos del fiscal emprendió el trayecto hacia el cementerio, custodiado por la Policía Federal.
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"Yo estoy muy triste. Queremos justicia. Por eso estoy acá". "Esto que sucede en el país es una lástima. Necesitamos otra dirigencia política". "Vengo a presentar mis respetos a un fiscal de la Nación que nos defendió", fueron algunas de las frases que pronunciaron frente a los medios la gente que estaba en la puerta de la Casa O'Higgins, en el barrio porteño de Belgrano. En esa casa velatoria, desde ayer a la noche, despidieron los restos del fiscal en una ceremonia íntima. Sus hijas y su mujer fueron de las primeras en llegar y hoy lo recordaron también con dos emotivos avisos fúnebres.
El cortejo fúnebre llegó al cementerio ubicado en La Matanza cerca de las 11. Banderas argentinas con señales de lutos y pancartas con mensajes de apoyo, "Gracias fiscal", recibían la llegada de los familiares y restos del fiscal al cementerio. Un operativo policial resguardaba el ingreso a la zona donde están enterradas las víctimas de la AMIA.
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Nisman fue hallado muerto el domingo 18 de enero, en el baño de su departamento en Puerto Madero, con un disparo en la cabeza de un revólver calibre 22 que se encontraba bajo su cuerpo. El 19 se iba a presentar ante el Congreso para explicar la denuncia en la que acusó por encubrimiento del atentado a la AMIA a la presidenta Cristina Kirchner y a su canciller Héctor Timerman.
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