No hay solidaridad "a la carta" con migrantes, advierte la UE a Hungría
AFP/Archivos / Attila KisbenedekEl primer ministro, Viktor Orban, mandó construir una valla en la frontera húngaro-serbia y otra en gran parte de la frontera húngaro-croata para frenar el flujo de migrantes
La Comisión Europea afirmó este viernes estar dispuesta a "examinar" una solicitud de ayuda de Budapest para financiar la protección de sus fronteras, al tiempo que le recordó que la solidaridad europea ante la crisis migratoria no es "a la carta".
Hungría pidió a Bruselas que le pagara la mitad de los 800 millones de euros que asegura haber gastado para proteger la frontera exterior de la UE, incluyendo la construcción de una valla, una de las medidas controvertidas de la política migratoria del primer ministro, Viktor Orban.
El Gobierno húngaro considera que se trata de una cuestión de "solidaridad europea" y destacó que otros países habían recibido apoyo financiero.
La Comisión Europea recalcó que Budapest ya había contado con apoyo de la UE en sus fronteras en el contexto de la crisis migratoria.
"Si Hungría pide ahora un apoyo adicional, la Comisión está dispuesta a examinar rápidamente la solicitud", dijo otra portavoz, pero puntualizó: "No debemos olvidar que la solidaridad es una vía de doble sentido" y que "no es un plato a la carta".
Abiertamente hostil a las políticas migratorias de la UE, Orban mandó construir una valla en la frontera húngaro-serbia en verano de 2015 y otra en gran parte de la frontera húngaro-croata, ambas en el sur, con el fin de frenar el flujo de migrantes provenientes de Oriente y Oriente Medio.
En 2017, Budapest terminó de construir un segundo cercado en su frontera serbia, paralelo a la alambrada precedente, con cámaras térmicas y sistemas de alarmas, unas medidas muy criticadas por representantes de la UE y organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Nuevo corrimiento de tierras en los Alpes suizos
AFP / Miguel MedinaVarias casas quedaron destruidas en Bondo, donde el deslizamiento de tierras de la semana pasada ya dejó sin hogar a un centenar de personas
Un deslizamiento de tierras en el valle de los Alpes suizos, donde ocho alpinistas quedaron sepultados hace una semana por un alud, obligó a las autoridades a evacuar de nuevo a los habitantes de la localidad de Bondo y otras cercanas.
Una intensa tormenta sobre el Piz Cengalo provocó el jueves por la noche nuevos corrimientos de lodo y rocas, que llegaron hasta las aldeas que ya se vieron afectadas por la catástrofe del 24 de agosto, dañando viviendas y las carreteras, anunciaron las autoridades del valle de Bregaglia.
Varias casas quedaron destruidas en Bondo, donde el deslizamiento de tierras de la semana pasada ya dejó sin hogar a un centenar de personas, como también ocurrió en localidades vecinas.
Todo el mundo pudo irse o ser evacuado a tiempo y no se registraron heridos, precisaron las autoridades.
Ocho alpinistas suizos, alemanes y austriacos quedaron sepultados en el alud de tierra de la semana pasada, que arrastró cuatro millones de metros cúbicos de rocas y lodo hasta la frontera italiana, en el valle de los Grisones.
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