Colombia limpia Mocoa y busca responsables por 290 muertos tras alud
AFP / Luis RobayoUna mujer remueve piedras y barro en busca de familiares desaparecidos el 4 de abril de 2017 en Mocoa, departamento colombiano de Putumayo
Colombia aceleraba este miércoles las tareas de recuperación en Mocoa, arrasada por un alud que ha matado a 290 personas, mientras los órganos de control investigan si las autoridades locales omitieron labores de prevención y pueden tener parte de culpa en la tragedia.
La ciudad colombiana, enclavada en la Amazonía, se despertó este miércoles con el movimiento de camiones y maquinaria que removía tierra en busca de supervivientes de una tragedia que deja 290 víctimas fatales y 332 heridos, además de un número indeterminado de desaparecidos.
Más de 340 socorristas exploran lugares en los que se cree puede haber cuerpos, aunque muchas veces se retiran prontamente vencidos por el lodo y las piedras, y a la espera de que lleguen las máquinas a darles una mano.
De acuerdo con el ministro de Defensa y flamante gerente de la reconstrucción, Luis Carlos Villegas, son aproximadamente 2.800 personas -unas 500 a 600 familias- las directamente damnificadas por la tragedia. Todas ellas permanecen en cinco albergues.
El gobierno realiza campañas de vacunación mientras, entre los escombros, la ciudad resucita. Se ve gente cocinando a leña en algunas esquinas, casas iluminándose con velas al caer la noche, además de camiones de agua yendo y viniendo.
AFP / Luis RobayoFamiliares de Jesús Diago, de 33 años y fallecido mientras rescataba a su familia en el alud de barro que arrasó la localidad colombiana de Mocoa, en el funeral de la víctima el 4 de abril de 2017
Por momentos pasan camionetas que anuncian ayuda para animales heridos o que quedaron abandonados tras la avalancha.
Hay quienes aún abrigan la esperanza de encontrar a un familiar perdido tras el alud. La Cruz Roja Colombiana reporta 341 casos de personas que buscan a sus seres queridos.
- "Establecer responsabilidades" -
A la par de los esfuerzos para levantar la ciudad y encontrar desaparecidos, las autoridades han emprendido otro tipo de búsqueda: la de justicia.
"Hay que establecer responsabilidades (...) Pero no es el tema represivo, es el tema preventivo. De qué valen todas las sanciones que se impongan ahora, frente a 260, 270 muertos", dijo el contralor general, Edgardo Maya, cuya entidad -que vigila la gestión fiscal y el manejo del erario- investigará posibles responsabilidades de funcionarios en esta tragedia.
AFP / Luis RobayoUn hombre camina en la noche de Mocoa, en el departamento colombiano de Putumayo, el 4 de abril de 2017. Mocoa sigue sin electricidad ni agua tras el alud de lodo que dejó 290 muertos
Por su parte, la Fiscalía tiene previsto citar al actual alcalde de Mocoa y a la gobernadora de Putumayo, así como a sus antecesores, según versiones de prensa.
El fin de semana, el ente acusador ya había informado de la apertura de investigaciones para establecer si las autoridades locales y nacionales "cumplieron con su responsabilidad" de tomar medidas preventivas y correctivas ante tragedias originadas por la temporada de lluvias.
En tanto, la Procuraduría, que indaga las irregularidades cometidas por funcionarios públicos, hizo un llamado para que se adopten medidas urgentes que puedan prevenir tragedias como la de Mocoa.
- Robos a casas -
Cientos de personas reciben la ayuda en los albergues, pero otro tanto prefiere hacer guardia en sus derruidas viviendas para evitar el robo de lo poco que les quedó.
"Al otro día de la avalancha alcanzamos a sacar cosas. Ya cuando volvimos el mismo día por la tarde ya habían arrasado todo los ladrones (...) lo que no hizo la avalancha lo hicieron ellos", contó a la AFP Juan Luis Hernández, de 33 años, en el destruido barrio San Miguel.
La comunidad ha alertado de saqueos en las viviendas abandonadas, por lo que el presidente Juan Manuel Santos pidió a la Policía fortalecer las medidas de seguridad.
AFP / Laurence SAUBADUAvalancha devastadora en Colombia
A la salida de los barrios, la policía ya empezaba a preguntar a quien salía con enseres de dónde eran, en qué parte vivían y buscaban corroborar que las cosas fueran de propiedad de quien las llevaba.
El alud que se desató sobre la medianoche del viernes por el desborde de tres ríos tras fuertes lluvias afectó a unos 45.000 habitantes. En Mocoa viven unas 70.000 personas, dijo a la AFP la gobernadora de Putumayo, Sorrel Aroca.
- Resurgir -
Según un estudio, la tragedia de Mocoa podría repetirse en 385 sitios más de Colombia, y supera al último gran desastre natural que sufrió el país, un deslave en Salgar que mató a 92 personas en mayo de 2015.
El ministro Villegas aseguró que la construcción de las viviendas va a empezar en poco tiempo y que las primeras casas deben ser entregadas en los próximos 12 meses y estarán alejadas de zonas de riesgo.
"A través de la avalancha, los ríos nos dijeron dónde no se puede construir", dijo en una entrevista al canal CM&. Algunos barrios deberán ser trasladados y la culminación de la infraestructura colectiva puede tomar hasta dos años, reiteró.
Para atender con celeridad el desastre, Santos ya decretó la emergencia económica, social y ecológica.
El gobierno pretende aplicar el mecanismo de "impuestos por obras", para que el sector privado participe en la reconstrucción de infraestructura y luego descuente lo invertido de los impuestos.
AFP / Luis RobayoUna mujer remueve piedras y barro en busca de familiares desaparecidos el 4 de abril de 2017 en Mocoa, departamento colombiano de Putumayo
Colombia aceleraba este miércoles las tareas de recuperación en Mocoa, arrasada por un alud que ha matado a 290 personas, mientras los órganos de control investigan si las autoridades locales omitieron labores de prevención y pueden tener parte de culpa en la tragedia.
La ciudad colombiana, enclavada en la Amazonía, se despertó este miércoles con el movimiento de camiones y maquinaria que removía tierra en busca de supervivientes de una tragedia que deja 290 víctimas fatales y 332 heridos, además de un número indeterminado de desaparecidos.
Más de 340 socorristas exploran lugares en los que se cree puede haber cuerpos, aunque muchas veces se retiran prontamente vencidos por el lodo y las piedras, y a la espera de que lleguen las máquinas a darles una mano.
De acuerdo con el ministro de Defensa y flamante gerente de la reconstrucción, Luis Carlos Villegas, son aproximadamente 2.800 personas -unas 500 a 600 familias- las directamente damnificadas por la tragedia. Todas ellas permanecen en cinco albergues.
El gobierno realiza campañas de vacunación mientras, entre los escombros, la ciudad resucita. Se ve gente cocinando a leña en algunas esquinas, casas iluminándose con velas al caer la noche, además de camiones de agua yendo y viniendo.
AFP / Luis RobayoFamiliares de Jesús Diago, de 33 años y fallecido mientras rescataba a su familia en el alud de barro que arrasó la localidad colombiana de Mocoa, en el funeral de la víctima el 4 de abril de 2017
Por momentos pasan camionetas que anuncian ayuda para animales heridos o que quedaron abandonados tras la avalancha.
Hay quienes aún abrigan la esperanza de encontrar a un familiar perdido tras el alud. La Cruz Roja Colombiana reporta 341 casos de personas que buscan a sus seres queridos.
- "Establecer responsabilidades" -
A la par de los esfuerzos para levantar la ciudad y encontrar desaparecidos, las autoridades han emprendido otro tipo de búsqueda: la de justicia.
"Hay que establecer responsabilidades (...) Pero no es el tema represivo, es el tema preventivo. De qué valen todas las sanciones que se impongan ahora, frente a 260, 270 muertos", dijo el contralor general, Edgardo Maya, cuya entidad -que vigila la gestión fiscal y el manejo del erario- investigará posibles responsabilidades de funcionarios en esta tragedia.
AFP / Luis RobayoUn hombre camina en la noche de Mocoa, en el departamento colombiano de Putumayo, el 4 de abril de 2017. Mocoa sigue sin electricidad ni agua tras el alud de lodo que dejó 290 muertos
Por su parte, la Fiscalía tiene previsto citar al actual alcalde de Mocoa y a la gobernadora de Putumayo, así como a sus antecesores, según versiones de prensa.
El fin de semana, el ente acusador ya había informado de la apertura de investigaciones para establecer si las autoridades locales y nacionales "cumplieron con su responsabilidad" de tomar medidas preventivas y correctivas ante tragedias originadas por la temporada de lluvias.
En tanto, la Procuraduría, que indaga las irregularidades cometidas por funcionarios públicos, hizo un llamado para que se adopten medidas urgentes que puedan prevenir tragedias como la de Mocoa.
- Robos a casas -
Cientos de personas reciben la ayuda en los albergues, pero otro tanto prefiere hacer guardia en sus derruidas viviendas para evitar el robo de lo poco que les quedó.
"Al otro día de la avalancha alcanzamos a sacar cosas. Ya cuando volvimos el mismo día por la tarde ya habían arrasado todo los ladrones (...) lo que no hizo la avalancha lo hicieron ellos", contó a la AFP Juan Luis Hernández, de 33 años, en el destruido barrio San Miguel.
La comunidad ha alertado de saqueos en las viviendas abandonadas, por lo que el presidente Juan Manuel Santos pidió a la Policía fortalecer las medidas de seguridad.
AFP / Laurence SAUBADUAvalancha devastadora en Colombia
A la salida de los barrios, la policía ya empezaba a preguntar a quien salía con enseres de dónde eran, en qué parte vivían y buscaban corroborar que las cosas fueran de propiedad de quien las llevaba.
El alud que se desató sobre la medianoche del viernes por el desborde de tres ríos tras fuertes lluvias afectó a unos 45.000 habitantes. En Mocoa viven unas 70.000 personas, dijo a la AFP la gobernadora de Putumayo, Sorrel Aroca.
- Resurgir -
Según un estudio, la tragedia de Mocoa podría repetirse en 385 sitios más de Colombia, y supera al último gran desastre natural que sufrió el país, un deslave en Salgar que mató a 92 personas en mayo de 2015.
El ministro Villegas aseguró que la construcción de las viviendas va a empezar en poco tiempo y que las primeras casas deben ser entregadas en los próximos 12 meses y estarán alejadas de zonas de riesgo.
"A través de la avalancha, los ríos nos dijeron dónde no se puede construir", dijo en una entrevista al canal CM&. Algunos barrios deberán ser trasladados y la culminación de la infraestructura colectiva puede tomar hasta dos años, reiteró.
Para atender con celeridad el desastre, Santos ya decretó la emergencia económica, social y ecológica.
El gobierno pretende aplicar el mecanismo de "impuestos por obras", para que el sector privado participe en la reconstrucción de infraestructura y luego descuente lo invertido de los impuestos.
Moscú defiende a Damasco, acusado por Occidente de un presunto ataque químico
AFP / Fadi al HalabiUn hombre sostiene el cadáver de una víctima del supuesto ataque químico en Jan Sheijun, este miércoles 5 de abril en esa localidad de la provincia de Idlib, al noroeste de Siria
Rusia se apresuró este miércoles a defender al régimen de Damasco tras la muerte de decenas de civiles, entre ellos varios niños, en un supuesto ataque químico contra una ciudad del noroeste de Siria que ha provocado indignación en la comunidad internacional.
Este ataque previsiblemente mostrará una vez más la brecha que separa a los países occidentales de Moscú en la cuestión siria, con ocasión de la reunión de urgencia que inició el Consejo de Seguridad de la ONU para examinar las circunstancias de este episodio.
Gran Bretaña, Francia y EEUU presentaron un borrador de resolución pidiendo una investigación exhaustiva del ataque, pero Rusia afirmó que el texto era "categóricamente inaceptable".
El presidente francés, François Hollande, exigió que se lleve a cabo una investigación y afirmó que, como consecuencia de ella, "debe haber sanciones contra el régimen sirio", declaró a la prensa.
Tras defender al régimen sirio, el Kremlin ha asegurado que seguirá apoyando a su aliado, el presidente sirio, Bashar al Asad, en el conflicto.
El balance tras el ataque "inhumano" -en palabras del secretario general de la ONU Antonio Guterres- del martes, se elevaba este miércoles a 72 civiles muertos, entre ellos 20 niños, y más de 160 heridos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que ha advertido que "el número aún podría aumentar porque hay personas desaparecidas".
Las víctimas empezaron a sufrir convulsiones cuando se encontraban en sus casas o en la calle en el momento del bombardeo, ocurrido el martes hacia las 07H00 (04H00 GMT) en Jan Sheijun, pequeña localidad de la provincia rebelde de Idlib, en el noroeste del país.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este miércoles que hay "signos compatibles con una exposición (...) a agentes neurotóxicos".
Este anuncio confirma lo constatado por los médicos en el terreno, que aseguraron que los síntomas de los pacientes son similares a los producidos por un ataque químico: pupilas dilatadas, convulsiones y espuma saliendo de la boca.
- "Armas ilegales" -
AFP / Mohamed al-BakourUn hombre sirio recibe tratamiento en un pequeño hospital de Maaret al-Noman tras un ataque sobre Jan Sheijun, en Idlib, el 4 de abril de 2017. Según varias fuentes, el ataque fue químico, pero según Rusia se trató de un bombardeo sirio a un almacén
Este miércoles, el ejército ruso disculpó en parte al régimen de Damasco aludiendo a informaciones "enteramente fiables y objetivas", según las cuales la aviación siria había bombardeado un "almacén" de rebeldes donde había "sustancias tóxicas", y al explotar el depósito éstas se habrían diseminado en la zona.
El martes por la noche, el ejército sirio había desmentido "categóricamente" las acusaciones.
Para el secretario de Exteriores británico, Boris Johnson, sin embargo, "todas las pruebas que he visto sugieren que fue el régimen de Al Asad... usando armas ilegales contra su propio pueblo".
Junto a Washington y París presentaron el martes un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad condenando el ataque, y llamando a una investigación completa y rápida de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OIAC).
El texto también urge al régimen, que desmiente su responsabilidad, a que muestre los planes de vuelo y toda la información de las operaciones militares en el momento del ataque. Por último, amenaza con imponer sanciones en virtud del capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas.
Hace falta "una reacción de la comunidad internacional a la altura de este crimen de guerra", reclamó por su parte el presidente francés, François Hollande.
La cuestión que planea es qué actitud adoptará la nueva administración estadounidense, confrontada a su primera gran crisis en Siria.
- "Espectador" -
La oposición siria criticó este miércoles las últimas declaraciones de Washington, entibiando su postura hacia Bashar al Asad.
AFP / Omar haj kadourUna sala de hospital destrozada tras un ataque, que se sospecha utilizó gas tóxico, en Jan Sheijun, en la provincia rebelde de Idlib, el 4 de abril de 2017
"Hasta ahora, esta administración (estadounidense) no ha hecho nada y ha adoptado una actitud de espectadora, haciendo declaraciones que dan al régimen la oportunidad de cometer más crímenes", afirmó el vicepresidente de la Coalición Nacional Siria, Abdelhakim Bashar.
Se refería a declaraciones como las del secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, quien afirmó la semana pasada que la suerte de Al Asad debía ser decidida por "el pueblo sirio", o de la embajadora norteamericana ante la ONU, Nikki Haley, quien adujo que la prioridad de Washington ya no era la salida del poder del presidente sirio, sino la lucha contra el yihadismo.
Pero para Bashar, "mientras este régimen siga en pie no será posible vencer al terrorismo".
Lo ocurrido amenaza con hacer aún más frágil la tregua en vigor en Siria desde el 30 de diciembre de 2016, que ya ha sido violada cotidianamente por los bombardeos del régimen en varios bastiones rebeldes y combates entre los insurgentes.
El martes, la exfilial de Al Qaida y grupos rebeldes que controlan la zona prometieron vengar a las decenas de víctimas del ataque.
La oposición siria ha advertido que el ataque pone en entredicho las negociaciones de paz auspiciadas por la ONU en Ginebra, que de momento no han dado frutos.
"Si la ONU es incapaz de impedir que el régimen cometa tales crímenes, ¿como va a conseguir un proceso político de cara a una transición (en Siria)?", dijo a la AFP Mohamad Sabra, negociador jefe de la oposición.
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