04/15 | 17:32 GMT
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Además de encarar esta herencia de la guerra fría, los presidentes han puesto sobre la mesa un tema clave para el futuro de la región: por primera vez se discuten alternativas a la guerra contra las drogas lanzada por Estados Unidos en 1971 y centrada en la interdicción, que no ha disminuido ni la producción ni el consumo y ha dejado cientos de miles de muertos en América Latina y el Caribe.
La presión que ejercen desde hace años países como Venezuela o Ecuador por el ingreso de Cuba a las cumbres ganó fuerza en el encuentro realizado en el puerto caribeño de Cartagena, donde el anfitrión, el colombiano Juan Manuel Santos, pidió que ésta sea la última cita sin Cuba, un reclamo apoyado por el resto de los países latinoamericanos y caribeños.
Pero hasta anoche, no se había alcanzado un acuerdo sobre el tema.
Durante el plenario "ha habido discrepancias, una discusión franca y ahora se está a la búsqueda de una posición final de la cumbre y esta propuesta tendrá que hacerla el presidente de Colombia", dijo el sábado el canciller de Perú, Rafael Roncagliolo.
Todos los debates de los presidentes y primeros ministros se realizaron a puertas cerradas y el único discurso público fue el de Santos en la inauguración.
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La presidenta argentina, Cristina Kirchner, partió anticipadamente de Cartagena hacia Buenos Aires en la mañana del domingo, antes del fin de la cumbre.
Argentina buscaba en la cumbre apoyo a su reclamo de soberanía sobre las Malvinas y quería incluir el tema en la declaración final, pero Estados Unidos y Canadá se oponían.
Tras una nueva reunión a puertas cerradas esta mañana, la cumbre terminará a las 13H00 (18H00 GMT), y Santos ofrecerá una conferencia de prensa con el anfitrión de la próxima cumbre, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.
Al finalizar la cumbre, Obama, presidente del mayor país consumidor de droga del mundo, y Santos, presidente del primer productor mundial de cocaína, almuerzan juntos y se reúnen por la tarde.
Obama también acompañará este domingo a Santos a un acto de entrega de títulos de propiedad de tierras a una comunidad descendiente de esclavos negros cimarrones. Representantes de un millar de familias recibirán títulos de propiedad sobre más de 3.350 hectáreas, 39 de ellas ubicadas en una de las zonas más caras de Cartagena, que han ocupado ancestralmente.
La reunión bilateral entre Santos y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, también prevista tras el fin de la cumbre, fue cancelada por razones de agenda, dijeron funcionarios de ambos países.
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"Hemos dicho una y otra vez que damos la bienvenida al día en que una Cuba democrática pueda convertirse en miembro pleno de la Cumbre de las Américas y en las instituciones de las Américas. Desafortunadamente, el día no ha llegado", dijo Ben Rhodes, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, a periodistas en Cartagena.
"Ningún régimen autoritario dura para siempre", advirtió Obama, que se juega su reelección este año, en una entrevista con el Grupo Diarios de América antes de llegar a Cartagena.
Por su lado, el ex presidente de Cuba Fidel Castro, que sigue la Cumbre por televisión desde La Habana, dijo que observó a Obama "pensativo y a veces bastante ausente", en un artículo publicado este domingo en la prensa cubana.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, no asistió a la cumbre a raíz de la exclusión de Cuba, al igual que su colega nicaragüense, Daniel Ortega. También está ausente el venezolano Hugo Chávez, oficialmente por recomendación médica. Chávez viajó anoche a Cuba para someterse a radioterapia.
La Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA, integrada por Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Antigua y Barbuda y San Vicente y Granadinas) anunció que no participará en otra cumbre sin Cuba.
Cuba fue expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962, y nunca ha participado en una Cumbre de las Américas. Su expulsión fue suspendida por la OEA en 2009, pero Cuba ha rechazado retornar a la Organización.
A su vez, el planteo realizado por el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, para despenalizar el consumo de estupefacientes --apoyado por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo y Vicente Fox (México) y César Gaviria (Colombia)-- era debatido a puertas cerradas.
Ningún otro mandatario se ha declarado a favor de la legalización de las drogas, pero varios de ellos, como Santos, han indicado que es necesario un debate y la creación de un grupo de expertos que estudie alternativas.
Obama también se declaró el sábado a favor de un debate que considere no sólo el tráfico sino la demanda estadounidense y el flujo de dinero y armas hacia el sur.COPY: http://www.afp.com
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