30/09/2013 - 18:59
Una ola de atentados en Irak deja al menos 47 muertos y 140 heridos
Bagdad (AFP)
Al menos 47 personas murieron y 140 sufrieron heridas este lunes en
otra ola de atentados en Irak cometidos principalmente contra la
comunidad chií, informaron responsables médicos y de la seguridad.
Estas explosiones son el último episodio de una serie de ataques sectarios en el centro de Irak que hacen temer un regreso al conflicto religioso entre chiíes y suníes, que dejó decenas de miles de muertos y cuyo auge tuvo lugar en 2006 y 2007.
Las bombas estallaron en nueve zonas diferentes, seis de ellas de mayoría chií, una mixta y otra de mayoría suní.
Los ataques más mortíferos tuvieron lugar en Kadhimiyá, un área fundamentalmente chií del norte de Bagdad, donde dos coches bomba mataron a por lo menos nueve personas e hirieron a unas 19.
En Jadida, Bagdad, una bomba estalló en un estacionamiento quemando vehículos, destruyendo una cerca y quebrando las vitrinas de comercios y de una clínica para mujeres, informó un periodista de AFP.
Fuerzas de seguridad fueron desplegadas en el área, donde cerraron las calles y utilizaron perros especialmente entrenados para buscar bombas.
En los últimos días se han registrado varios ataques sectarios. El domingo, un kamikaze llevó a cabo un atentado en una mezquita chií de Bagdad, provocando el derrumbe del techo y matando a 47 personas.
El viernes, varias bombas estallaron a poca distancia de dos mezquitas suníes en Bagdad cuando los fieles partían después de las plegarias, matando a seis personas.
Otras bombas tomaron como blanco a dolientes suníes en Bagdad, el 23 de septiembre, matando a 15 personas, después de que un atentado contra un funeral sunita costara la vida a 12 personas el día anterior.
Por otra parte, bombas contra la comunidad chiita mataron a 73 personas en Bagdad el 21 de septiembre, después de que dos explosiones en una mezquita suní del norte de la capital costaran la vida a 18 personas el día anterior.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo
que está "cada vez más preocupada por la situación en Irak, donde las
recientes olas de violencia sectaria amenazan con provocar un nuevo
desplazamiento interno de iraquíes que tratan de escapar de los
bombardeos y de otros ataques".
ACNUR señaló que unos 5.000 iraquíes ya se han desplazado en 2013, sumándose a más de 1,13 millones que huyeron o fueron obligados a abandonar sus hogares en los últimos años.
La violencia en Irak ha llegado a un nivel sin precedentes desde 2008, cuando el país comenzaba a salir del mortífero conflicto sectario.
Diplomáticos y analistas afirman que el Gobierno, dirigido por chiíes, no ha logrado satisfacer las exigencias de la minoría árabe suní, que se queja de la exclusión política y de los abusos de las fuerzas de seguridad, lo que ha desencadenado la espiral de violencia.
Las autoridades han hecho algunas concesiones destinadas a calmar a los adversarios del Gobierno y a los suníes en general, como la liberación de prisioneros y aumentos de los salarios de los suníes que combaten contra Al Qaeda, pero todavía quedan cuestiones que deben ser resueltas.
Por otra parte, la guerra civil en la vecina Siria ha incrementado la tensión religiosa en Irak.
COPY http://www.afp.com/es
Estas explosiones son el último episodio de una serie de ataques sectarios en el centro de Irak que hacen temer un regreso al conflicto religioso entre chiíes y suníes, que dejó decenas de miles de muertos y cuyo auge tuvo lugar en 2006 y 2007.
Las bombas estallaron en nueve zonas diferentes, seis de ellas de mayoría chií, una mixta y otra de mayoría suní.
Los ataques más mortíferos tuvieron lugar en Kadhimiyá, un área fundamentalmente chií del norte de Bagdad, donde dos coches bomba mataron a por lo menos nueve personas e hirieron a unas 19.
En Jadida, Bagdad, una bomba estalló en un estacionamiento quemando vehículos, destruyendo una cerca y quebrando las vitrinas de comercios y de una clínica para mujeres, informó un periodista de AFP.
Fuerzas de seguridad fueron desplegadas en el área, donde cerraron las calles y utilizaron perros especialmente entrenados para buscar bombas.
En los últimos días se han registrado varios ataques sectarios. El domingo, un kamikaze llevó a cabo un atentado en una mezquita chií de Bagdad, provocando el derrumbe del techo y matando a 47 personas.
El viernes, varias bombas estallaron a poca distancia de dos mezquitas suníes en Bagdad cuando los fieles partían después de las plegarias, matando a seis personas.
Otras bombas tomaron como blanco a dolientes suníes en Bagdad, el 23 de septiembre, matando a 15 personas, después de que un atentado contra un funeral sunita costara la vida a 12 personas el día anterior.
Por otra parte, bombas contra la comunidad chiita mataron a 73 personas en Bagdad el 21 de septiembre, después de que dos explosiones en una mezquita suní del norte de la capital costaran la vida a 18 personas el día anterior.
Unos iraquíes permanecen en la escena de una explosión en la mezquita Al-Hussein de Bagdad, el 30 de septiembre de 2013
ACNUR señaló que unos 5.000 iraquíes ya se han desplazado en 2013, sumándose a más de 1,13 millones que huyeron o fueron obligados a abandonar sus hogares en los últimos años.
La violencia en Irak ha llegado a un nivel sin precedentes desde 2008, cuando el país comenzaba a salir del mortífero conflicto sectario.
Diplomáticos y analistas afirman que el Gobierno, dirigido por chiíes, no ha logrado satisfacer las exigencias de la minoría árabe suní, que se queja de la exclusión política y de los abusos de las fuerzas de seguridad, lo que ha desencadenado la espiral de violencia.
Las autoridades han hecho algunas concesiones destinadas a calmar a los adversarios del Gobierno y a los suníes en general, como la liberación de prisioneros y aumentos de los salarios de los suníes que combaten contra Al Qaeda, pero todavía quedan cuestiones que deben ser resueltas.
Por otra parte, la guerra civil en la vecina Siria ha incrementado la tensión religiosa en Irak.
COPY http://www.afp.com/es
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