Los conservadores esperan seguir en el poder en Nueva Zelanda

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  18/09/2014 - 18:20

  Los conservadores esperan seguir en el poder en Nueva Zelanda

  
  

  18 Sep 2014
  

  AFP / Marty Melville

  
  

  El primer ministro neozelandés, John Key, habla con los estudiantes de la Escuela Agrocultural de Taratahi, en Masterton, durante un acto de campaña, el 20 de agosto de 2014

  Nueva Zelanda celebra el sábado unas elecciones legislativas en las que se espera un tercer mandato para el primer ministro de centro-derecha John Key, que presume de un buen balance económico, asentado en bases frágiles según la oposición y los especialistas.
  Según la mayoría de los sondeos, el Partido Nacional de John Key está bien posicionado para seguir al mando, con el apoyo de dos partidos minoritarios que desde 2008 le aseguran la mayoría parlamentaria. "Creo que estamos a punto de lograr algo muy especial", dijo John Key durante la campaña.
  El exempresario, de 53 años, presume de una buena gestión económica, con un superávit presupuestario (el primero en seis años), una tasa de crecimiento que se espera sea del 3,7% este año, una inflación controlada (1,6%), y un desempleo que bajó a 5,6% en el segundo trimestre, el nivel más bajo desde 2009.
  Entre los empresarios, el 97% apoya a Key, según el diario New Zealand Herald. "Un gobierno dirigido por el Partido Nacional es la opción favorita del mercado", constata Annette Beacher, analista de TD Securities.
  La economía neozelandesa, muy centrada en el sector agroalimentario, también se está beneficiando de los elevados precios de las materias primas agrícolas, de las que China es un gran cliente.
  El otro factor que contribuye lo mismo o más que la economía a la popularidad de Key es su campechanía. Dos tercios de los electores querrían tomarse una cerveza con él, frente a un 27% que lo haría con su principal rival, el laborista David Cunliffe, según un reciente sondeo.
  Por ello no es de extrañar que el Partido Nacional haya centrado su campaña en la personalidad de su líder, y no tanto en su programa.
  "En estas elecciones, como en las anteriores, cuentan dos factores: la economía de los hogares y la personalidad, y en ese juego Key gana sin despeinarse", afirma el politólogo Colin James.
  David Cunliffe, exdiplomático y con una personalidad más fría, no ha logrado granjearse la misma simpatía de los electores, y según los sondeos de intención de voto, su partido laborista se llevará un 25,6% en los comicios del sábado.
  - Un crecimiento con pies de barro -
  La oposición y algunos economistas advierten no obstante de que el crecimiento económico del país tiene unas bases frágiles.
  La industria lechera representa por ejemplo el 25% de las exportaciones, esencialmente a China. El problema es que cada vez hay más señales de ralentización en la segunda economía mundial.
  El PIB también se ha visto apoyado por la fuerte subida de los precios de la vivienda en Auckland, lo que no necesariamente será el caso en los próximos años.
  Además, las cuentas del crecimiento se han visto apoyadas por un "plan Marshall" de 40.000 millones de dólares neozelandeses (32.800 millones de dólares americanos) destinado a la reconstrucción de la ciudad de Christchurch, devastada por un terremoto en 2011 que mató a 185 personas.
  Sin este último factor, el crecimiento económico del país sería "correcto", pero sin más, estima Shamubeel Yakub, del Instituto Neozelandés de Investigación Económica.
  Los laboristas hacen valer también que los sueldos no han crecido tanto como los datos macroeconómicos. "Muchos se han perdido la fiesta y sin embargo van derechitos a la resaca", dijo David Cunliffe durante la campaña.
   copy  http://www.afp.com