acuerdo bipartito contra el yihadismo
El PSOE recurrirá al Constitucional
la cadena perpetua
Anabel Díez
Madrid
El líder socialista, Pedro Sánchez, convenció a los barones al lograr
cambios en el texto. Todas las acciones se han encaminado a “dejar
clara la discrepancia” sobre la pena de prisión permanente- Gobierno y PSOE firman el cuarto acuerdo contra el terrorismo en 30 años
El PSOE recurrirá al Constitucional la cadena perpetua
El líder socialista convenció a los barones al lograr cambios en el texto
“Mañana llamaré al presidente del Gobierno para tratar de cortar los flecos que quedan para hacer posible un acuerdo contra el terrorismo”. Estas palabras del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el martes en Bruselas fueron el comienzo de toda una cadena de movimientos para tratar de soslayar la asunción de la prisión permanente revisable en ese pacto con el Ejecutivo. La inquietud en el PSOE, tanto entre los líderes territoriales como en el grupo parlamentario y entre juristas y profesionales cercanos al partido, era un hecho. Todas las acciones se han encaminado a “dejar clara la discrepancia” sobre la cadena perpetua. Y la última va a ser la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra el artículo del Código Penal que la recoge, según ha anunciado este lunes Pedro Sánchez.
Tirar por elevación. Esta ha sido la fórmula que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ideó para otorgarle más solemnidad, más compromiso, a este acuerdo, y, sobre todo, para tratar de encontrar un marco en el que el PSOE pudiera reflejar la discrepancia. Desde que empezó la negociación, los interlocutores socialistas, Antonio Hernando, portavoz parlamentario, y José Enrique Serrano, se han movido en su convicción de que el PSOE no podía estar fuera de un acuerdo contra el terrorismo pero con el resquemor, casi insoportable, de vulnerar sus propios principios contrarios a la cadena perpetua, máxime cuando los delitos de terrorismo ya llevan aparejados, en algunos casos, hasta 40 años de prisión y sin posibilidad de remisión.
Mientras los negociadores ponían sobre la mesa un texto con el contenido de un pacto de Estado, Pedro Sánchez trataba de persuadir a los barones territoriales de que quedaría clara la discrepancia sobre la prisión permanente. Los primeros, además, iban apuntándose a su favor cambios sustanciales en la ley para encontrar mayor seguridad jurídica. A última hora de la mañana de este lunes, Sánchez volvió a llamarlos a todos para explicarles el contenido del acuerdo y la inclusión de este párrafo:
“En todo caso, el presente acuerdo no se verá afectado por los posibles cambios en el sistema de penas que puedan producirse en el futuro en función de las posiciones mantenidas por las partes en el curso de la tramitación de la reforma del Código Penal”. PP y PSOE saben exactamente qué significa este párrafo. Los socialistas tienen que asumir el actual Código Penal para firmar el acuerdo, incluida la prisión permanente revisable, que cambiarán cuando tengan una mayoría suficiente en el Parlamento.
Por su parte, el PP se compromete a mantener su apoyo a este pacto antiterrorista aunque otra mayoría suprima del Código Penal la pena de prisión permanente revisable. Para remate, el PSOE recurrirá ante el Constitucional esa pena. Al llegar a esta solución los barones territoriales han suavizado su discurso, aunque les hubiera gustado no tener nada que ver con el nuevo Código Penal. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, señaló: “Veo muy positiva una solución que combina la firma de un acuerdo antiterrorista con el mantenimiento de nuestro rechazo a la pena de prisión permanente revisable, que es un eufemismo de la cadena perpetua”, El extremeño Guillermo Fernández-Vara consideró que se ha conseguido el equilibrio y “así lo entenderán” los ciudadanos. El candidato valenciano, Ximo Puig, ve favorable “blindar la democracia al tiempo que dejar claro que su concepción de la dignidad humana no acepta la cadena perpetua”.
Editorial | En defensa de la libertad
El pacto antiterrorista firmado ayer es un paso imprescindible para combatir el yihadismo
EDITORIAL
En defensa de la libertad
El pacto antiterrorista firmado ayer es un paso imprescindible para combatir el yihadismo
La existencia de una amplísima red que sirve para financiar al
yihadismo en Irak y Siria —revelada por EL PAÍS el pasado domingo—, así
como para preparar atentados en varias partes del mundo, es la
constatación de hasta qué punto el terrorismo más sangriento de lo que
va de siglo XXI está presente en el tejido social español. En estas
circunstancias, no constituye una reiteración innecesaria recordar que
la lucha contra esta realidad no se libra lejos de nuestras fronteras,
ni que su amenaza se limita a remotas hipótesis académicas; es un hecho
que puede afectar a la vida de millones de personas.
Yihadismo español (03/01/2015)
Las libertades de todos (13/01/2015)
Llama especialmente la atención el que —además de su demostrada
utilización para fines terroristas— en España pueda existir una red
organizada de movimiento de capitales utilizada habitualmente por unas
150.000 personas que escapa a todo control por parte de las autoridades
monetarias españolas y europeas. En una época en la que la vigilancia
sobre el dinero que mueve el ciudadano se ha extremado —basta recordar
la imposibilidad de pagar más de 2.500 euros en efectivo— resulta
sorprendente que un elevadísimo número de personas puedan operar,
incluso con transferencias internacionales, absolutamente al margen de
la ley.
Es una mala noticia que España se haya convertido en uno de los centros financieros de la Yihad. Por ello —y por muchas más razones— cobra especial importancia el pacto contra el terrorismo firmado ayer entre el Partido Popular y el PSOE. Es el cuarto acuerdo de este tipo que ratifican las dos principales formaciones presentes en el Parlamento y no cabe sino felicitarse porque en una materia que tanto dolor causa las fuerzas políticas mayoritarias adopten una estrategia común; no deberían ahora ahorrar esfuerzos para incorporar a otros partidos al acuerdo.
Independientemente de la crítica que merece la adopción de reformas penales coyunturales, como la prisión “permanente y revisable”, el pacto debe servir —en el marco del Estado de derecho y de los acuerdos internacionales— para prevenir y combatir el terror yihadista con la participación de políticos, jueces y fuerzas de seguridad. Como dice el texto, ningún país puede quedar ajeno a una actividad que encuadra a terroristas solitarios y combatientes retornados de las trincheras. El acuerdo es un paso importante para tratar de neutralizar una amenaza que se cierne sobre las sociedades democráticas.
Editoriales anteriores
Seamos serios (30/01/15)Yihadismo español (03/01/2015)
Las libertades de todos (13/01/2015)
Es una mala noticia que España se haya convertido en uno de los centros financieros de la Yihad. Por ello —y por muchas más razones— cobra especial importancia el pacto contra el terrorismo firmado ayer entre el Partido Popular y el PSOE. Es el cuarto acuerdo de este tipo que ratifican las dos principales formaciones presentes en el Parlamento y no cabe sino felicitarse porque en una materia que tanto dolor causa las fuerzas políticas mayoritarias adopten una estrategia común; no deberían ahora ahorrar esfuerzos para incorporar a otros partidos al acuerdo.
Independientemente de la crítica que merece la adopción de reformas penales coyunturales, como la prisión “permanente y revisable”, el pacto debe servir —en el marco del Estado de derecho y de los acuerdos internacionales— para prevenir y combatir el terror yihadista con la participación de políticos, jueces y fuerzas de seguridad. Como dice el texto, ningún país puede quedar ajeno a una actividad que encuadra a terroristas solitarios y combatientes retornados de las trincheras. El acuerdo es un paso importante para tratar de neutralizar una amenaza que se cierne sobre las sociedades democráticas.
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