Maduro canta victoria con el respaldo de sólo el 29% del censo
La oposición en bloque acusa al presidente de cientos de irregularidades y exige la repetición de las elecciones en Venezuela.
Nicolás Maduro canta victoria, sólo con el respaldo del 29% del censo, y la oposición en bloque exige repetición de las elecciones en Venezuela
Venezuela
Sus rivales en las presidenciales venezolanas lo acusan de cientos de irregularidades
El Frente Amplio Venezuela Libre, el opositor disidente Henri Falcón y el candidato evangélico Javier Bertucci exigieron anoche la repetición de las elecciones presidenciales. Los distintos actores internos coincidieron de esta forma con el Grupo de Lima (15 países de América Latina), EEUU, Canadá y la Unión Europea, quienes desde el primer momento apostaron por no reconocer unas elecciones sin condiciones democráticas.
Los hechos y los números les dieron la razón. El Consejo Nacional Electoral (CNE), en el que sólo confían uno de cada cuatro venezolanos, anunció que el candidato revolucionario Nicolás Maduro obtuvo 5.823.700 votos (67,7%), frente a 1.820.552 del opositor disidente Henri Falcón (21,1%) y 925.042 (11%) de Bertucci. Todo ello en un proceso electoral marcado por la abstención, ya que el nivel de participación sólo alcanzó el 48% frente a la media del 79% en los últimos comicios. Unas cifras totales que tampoco son creíbles para el Frente Amplio, ante la soledad reinante en las calles.
Sabedor de su debilidad, Maduro ha convocado a una gran jornada de diálogo para hoy mismo, aunque achacó a fantasmagóricas conspiraciones (la falta de transporte) que su caudal de votos se haya quedado a cuatro millones del techo que se había impuesto y que haya perdido más de dos millones en relación a las papeletas obtenidas por el polo revolucionario en las elecciones parlamentarias ganadas por la oposición en 2015.
Más que por un triunfo que todos esperaban, la jornada electoral pasará a la Historia por la "rebelión de las calles vacías", como la bautizó el Frente Amplio, que agrupa a la opositora Unidad Democrática, la Iglesia Católica, chavistas disidentes, el Movimiento Estudiantil y grupos civiles y sindicales.
"Hubo una farsa de un dictador que quiere mantenerse en la presidencia sin contar con el apoyo popular. El primer derrotado fue Nicolás Maduro. Los venezolanos no cedieron ante el chantaje y la amenaza", resumió Juan Pablo Guanipa, dirigente del Frente Amplio, cuyos cálculos situaban la participación ciudadano en torno al 30%.
"Aquí no hay democracia, fue secuestrado el derecho del pueblo a votar. Debemos unirnos para todos juntos elegir elecciones libres y democráticas", disparó Juan Andrés Mejía, número 2 de Leopoldo López en Voluntad Popular. Pese a su apuesta por la abstención, la oposición tendió la mano a Falcón y Bertucci para "desconocer" juntos los comicios "fraudulentos" antes de la comparecencia de ambos.
Y los dos rivales de Maduro aceptaron, de cierta forma, la mano tendida. "El proceso carece de legitimidad, lo desconocemos. Asumo la responsabilidad de lo que estoy diciendo, hay que hacer nuevas elecciones", asumió el candidato Falcón, que se desmarcó hace meses de la opositora Unidad Democrática para finalmente reconocer los motivos que llevaron a todo el Frente Amplio a apostar por la abstención.
"Estamos dispuestos a participar en unas nuevas elecciones en octubre, pero sin presión, sin puntos rojos, con los centros cerrando a las 6 de la tarde", añadió el ex gobernador de Lara, quien tras una larga perorata inculpó a la abstención de su derrota, "porque como ustedes saben la abstención incrementa la eficacia de la trampa de un gobierno que está acostumbrado a eso, a la manipulación". Según los datos de su equipo electoral, se recogieron 142.589 denuncias y 91.732 amenazas a sus testigos.
El ex gobernador Henrique Capriles, quien no pudo participar al estar inhabilitado, clamó por "reunificar a todas las fuerzas que quieran cambio. Tiene que quedar claro que la división no ha servido en ningún caso".
La soledad de las calles y de buena parte de los centros electorales contrastó con la euforia exhibida por portavoces chavistas, como Delcy Rodríguez, presidenta de la Constituyente. El chavismo mantuvo abiertos los centros electorales donde acostumbra a llevar de noche, más allá del horario establecido para el cierre de las mesas, a importantes grupos de electores. Sin testigos y sin control ciudadano. La primera pregunta que se hacía cualquier observador imparcial era para qué estirar un horario para votar cuando los centros permanecieron semivacíos durante todo el día.
Los datos del CNE no convencieron a casi nadie, hasta Luis Emilio Rondón, el único rector no chavista del CNE, aprovechó para salir a la palestra para denunciar que "desafortunadamente todos fuimos testigos de una jornada marcada por los incumplimientos de los acuerdos electorales".
Las imágenes durante todo el día ahondaron las ya vistas el año pasado durante los comicios para elegir a los delegados de la Asamblea Nacional Constituyente. Centros electorales vacíos por todos lados, aunque a la postre los datos aportados por el oficialismo elevaron la cifra de votantes hasta los 8 millones. Tres días más tarde Smartmatic, empresa totalizadora de los votos, denunció al mundo que el escrutinio se había hinchado con al menos un millón de votos.
copy http://www.elmundo.es/espana.html
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