Miles de personas asisten a los funerales de las víctimas del atentado en Irán
AFP / Atta Kenare
La multitud lleva en
volandas el féretro de un fallecido en el atentado contra el desfile
militar, durante el funeral por las víctimas oficiado este lunes 24 de
septiembre en Ahvaz, al suroeste de Irán
Miles de personas asistieron el lunes en Ahvaz a los
funerales de las víctimas del atentado perpetrado el sábado durante un
desfile militar en esta ciudad del sudoeste de Irán.Según el último balance de las autoridades locales, 24 personas murieron y 60 resultaron heridas cuando un comando que abrió fuego en un desfile militar al que asistían gran cantidad de espectadores. Según las autoridades, los cuatro atacantes fueron abatidos.
Los funerales fueron organizados para doce de las 24 víctimas, precisó la televisión estatal.
Mientras esperaban la llegada de los féretros, la multitud ondeaba pancartas y banderas con mensajes en persa y árabe entre varias banderas de Irán.
"Vamos a llevar a cabo una venganza terrible contra nuestros enemigos, y ellos lo saben", afirmó ante la gente el general de brigada Hosein Salami, uno de los comandantes de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica.
AFP / ATTA KENARE
Un grupo de mujeres atienden el funeral de las víctimas del atentado en Ahvaz (Irán) el 24 de septiembre de 2018
"Como dice el Corán, vamos a volar sus cabezas. Donde se encuentren, los encontraremos y los castigaremos", prometió.Ahvaz, a unos 560 km al sur de Teherán, es la capital de Juzestán, una región petrolera cuya población es de mayoría árabe.
AI insta a Pekín a admitir que interna a musulmanes en campos de reeducación
AFP/Archivos / Punit Paranjpe
Musulmanes indios se
manifiestan contra el Gobierno de China por la detención de personas de
minorías musulmanas en la región de Xinjiang, el pasado 14 de septiembre
en la ciudad india de Bombay
Amnistía Internacional (AI) instó a China este lunes a
informar sobre la "represión masiva" de la que podrían ser victimas
hasta un millón de miembros de minorías musulmanas en la extensa región
del Xinjiang, en el noroeste del país. Pekín aumentó las medidas restrictivas contra minorías musulmanas para combatir, según defiende, el extremismo islamista y los elementos separatistas de esa provincia.
En su nuevo informe, que incluye testimonios de personas internadas en campos, Amnistía Internacional acusa a Pekín de llevar a cabo "una campaña gubernamental de internamientos en masa, de vigilancia intrusiva, adoctrinamiento político y de asimilación cultural forzada".
Los uigures y otras minorías musulmanas son castigados por contravenir a las leyes que prohíben llevar barba y burkas y por posesión de coranes no autorizados, según la oenegé.
China fue acusada en agosto, ante un comité de derechos humanos de la ONU en Ginebra, de detener o de haber detenido a un millón de personas en esos centros. Muchos fueron internados por cometer delitos como haber contactado con familiares residentes en el extranjero o de haber intercambiado saludos con motivo de fiestas musulmanas en las redes sociales.
La AFP no pudo confirmar esa cifra.
"Cientos de miles de familias fueron devastadas por esta represión masiva", declaró en un comunicado Nicholas Baquelin, director de AI para Asia del Este.
"Buscan desesperadamente saber lo que les ocurrió a sus familiares y ha llegado la hora de que las autoridades chinas les respondan".
Pekín niega esas acusaciones pero las pruebas de la existencia de esos campos van apareciendo en forma de documentos oficiales y testimonios de personas que supuestamente lograron escapar.
Parece ser que Pekín ordena internar a amplios grupos en una red de campos extrajudiciales con fines de adoctrinamiento político y cultural a una escala nunca vista desde la era maoísta.
AI entrevisto a varios exdetenidos que afirmaron haber llevado hierros enganchados a los pies, haber sido torturados, forzados a entonar cantos políticos y aprender la historia del Partido Comunista.
En los últimos meses, periodistas extranjeros y otras organizaciones de defensa de los derechos humanos recabaron testimonios similares.
AI también instó al resto del mundo a pedir cuentas a Pekín por la "pesadilla" de Xinjiang.
La semana pasada, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, denunció "campos de reeducación" en los que los uigures son sometidos a un "adoctrinamiento político estricto y otros abusos horribles".
copiado https://www.afp.com/pt/
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