Argentinos penan por el precio de la carne y cambian asado por vegetales

  • 26/02/2016 - 21:20

    Argentinos penan por el precio de la carne y cambian asado por vegetales



    Un cocinero le pone sal a la carne en un restaurante asador tradicional de Buenos Aires, el 27 de octubre de 2015.
    Moda o necesidad, los argentinos no se resignan al ritual del asadito, pero frente a la inflación que puso el precio en las nubes, el popular plato de carne a las brasas cambia jugosos cortes por brochettes de berenjenas.
    "¡Llegó el asado vegano!", reza el cartel en una tienda de Buenos Aires que vende brochettes con vegetales listos para "tirar a la parrilla".
    En este país carnívoro y devoto del asado, el "kit parrillero" se vende a la mitad de lo que cuesta un kilo de legítimo asado vacuno y promete variedades con soja y legumbres para "que coman dos, piquen tres y prueben cuatro" personas.
    "No queda otra, con el asado a 200 pesos el kilo (13 dólares), ¿quién puede?", explica Teresa detrás del mostrador donde expone los preparados en base a berenjenas, ají, cebolla, calabacines y soja en el barrio de Parque Chacabuco, corazón geográfico de la capital argentina.
    Luis Castro, un contador de 54 años, se lleva varios. "Los mecho (mezclo) entre los cortes de carne y abultan, un asado con todas las de la ley para seis personas te saca de presupuesto", justifica.
    Enfrente, la carnicería del barrio da la bienvenida con una vaca de cemento tamaño natural, pero el enorme salón queda grande para los pocos clientes.
    Además de carne y vísceras, también ofrece otros alimentos, como quesos, huevos y preparados de soja. "Es para compensar la caída de la venta", explica Antonio Luttari, que con 30 años de mostrador se vio obligado "por primera vez" a diversificar la oferta.
    Según el ministro de Agricultura, Ricardo Bruyaile, el precio del asado debe rondar los 90 pesos el kilo (6,30 dólares), pero en el mostrador un corte de calidad cuesta más del doble. El funcionario aconsejó a los consumidores dejar de comprar carne "hasta que los precios bajen".
    La inflación en 2015 llegó a 30% y en enero fue del 3,6% según cálculos privados a la espera de un índice oficial.
    El salto mayor correspondió al rubro Alimentos y Bebidas y el subrubro carne se llevó el primer lugar.

    Peatones observan a través de la vidriera piezas de carne asándose en una "parrillada" -restaurante asador tradicional- de Buenos Aires, el 27 de octubre de 2015.
    El ministro de Hacienda, Alfonso Pray-Gay, también hizo alusión al precio del popular corte. "Fui al supermercado y el precio del asado es excesivo, otros cortes han bajado, pero no lo suficiente", se quejó.
    "Si seguimos así, en mayo para comprar un kilo de asado vas a tener que estar en el 'top five' de Forbes", se mofó por Twitter el popular animador de televisión Marcelo Tinelli. "Yo, si fuera Victoria Beckham, invertiría la plata del divorcio en 3 kilos de asado", escribió sobre los rumores de ruptura con el exastro del fútbol, David Beckham.
    - Puñal al asador -

    Grandes piezas de carne asándose al fuego de leños en una "parrillada" -restaurante asador tradicional- de Buenos Aires, el 27 de octubre de 2015.
    En Parrilla Verde, en la periferia oeste de Buenos Aires, ofrecen reemplazar los tradicionales choripanes (embutidos de carne servidos en pan) por los más económicos "chori-paz" de seitán, un preparado de gluten de trigo y las sabrosas morcillas (embutidos de cerdo) por las modestas "amor-cillas"... de lentejas.

    Un cartel que anuncia el precio del "asado" (corte de carne para la parrilla -barbacoa- tradicional) en una carnicería en Buenos Aires, Argentina, el 18 de febrero de 2016.
    "Siempre hay 'rebusques' (oportunismos), pero el chori es el chori", dice con simpatía Carlos Roque, un cordobés de 68 años y casi 40 de venta callejera de choripanes en la costanera de Buenos Aires, aunque su precio de 50 pesos (3,30 dólares) espante a más de un cliente.
    "¡Al chori Stone!", vocifera Carlos con picardía. Semanas atrás sucumbió al tradicional bocadillo el mismísimo baterista de los Rolling Stones en su paso por Buenos Aires. "Charlie fue a la costanera y comió un choripán con chimichurri" (salsa criolla), contó en el escenario Mick Jagger en trabajoso castellano.
    "...las vaquitas son ajenas...", dice El Arriero, hito del folklore argentino del fallecido compositor Atahualpa Yupanqui. Como nunca, los argentinos saben a qué se refiere.

    Un hombre cuelga salchichas a la venta en un mercado en Buenos Aires, el 27 de octubre de 2015.
    Pero la cultura carnívora argentina despertó el ingenio y dio a la luz el Mapa del Asado, una aplicación donde los usuarios pueden registrar el precio del corte en la carnicería de su barrio.
    El sitio tiene cientos de precios registrados y miles de seguidores. La idea es comparar y acudir adonde sea más barato. Todo vale por comer un buen asado.


      copy  http://www.afp.com/es/n

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