Una sospechosa del asesinato del hermanastro de Kim asegura que creía participar en una broma

Una sospechosa del asesinato del hermanastro de Kim asegura que creía participar en una broma

AFP/Archivos / Manan VatsyayanaLa vietnamita Doan Thi Huong (d) se dirige al Alto Tribunal de Shah Alam, a las afueras de Kuala Lumpur, el 22 de febrero de 2018, para comparecer por su presunta participación en el asesinato de Kim Jong-Nam, hermanastro de Kim Jong-Un

Una de las dos sospechosas de asesinar en Malasia a Kim Jong Nam, el hermanastro del líder norcoreano, Kim Jong Un, muy crítico con su régimen, creía participar en una broma, aseguró este martes su abogado.

Doan Thi Huong, de nacionalidad vietnamita, comparece desde hace cinco meses junto a la indonesia Siti Aisyah ante un tribunal de Shah Alam, en las afueras de Kuala Lumpur.

Ambas están acusadas de asesinar a a Kim Jong Nam el 13 de febrero de 2017 en el aeropuerto de Kuala Lumpur, donde murió por el efecto del VX, un agente neurotóxico muy potente.

Los abogados de la defensa aseguran que las dos mujeres fueron contratadas para participar en lo que ellas creían ser una broma televisada pero que las engañaron en un complot urdido por agentes norcoreanos.

El abogado de Huong explicó este martes que uno de los sospechosos norcoreanos huidos la contrató y le hizo cometer lo que ella pensaba que era una broma.

Huong llegó a Malasia antes del asesinato y se puso en contacto en el aeropuerto de Kuala Lumpur con un agente norcoreano, identificado como Ri Ji Hyon, que luego huyo de Malasia junto a los otros agentes después del crimen.

Siguiendo las instrucciones de Ri Ji Hyon, que ella conocía con el nombre de M. Y, Duong participó en varias bromas que consistían en ponerse detrás de una persona y ponerle las manos en la cara.

El día del crimen M. Y dio a Duong un sustancia que ella aplicó en la cara de un hombre. Luego se lavó las manos y se fue a casa, según los documentos leídos este martes ante el tribunal. Doan Thi Huong fue detenida dos días más tarde.

Kim Jong Nam, muy crítico contra el régimen norcoreano, vivía en el exilio. Murió por el efecto del VX, una versión mortal del gas sarín considerada como un arma de destrucción masiva.

Desde el principio Corea del Sur acusó al Norte de ser responsable del asesinato, aunque el régimen norcoreano lo niega.

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